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Ignacio Padilla

  • adriana431992har citeratför 2 år sedan
    alférez su uniforme de gala, pues ya desde la visita del Gran Brigadier sus galas presentaban heridas de polilla mayores que de bala. Y aunque esa tarde lo desearan de otro modo, aunque se jactaran de la fidelidad de sus conmemoraciones y del realismo del vestuario, se daban cuenta de que, por más que insistieran en esquivar a los hados, la vejez cobraría al cabo su saldo inaplazable. Ya resentían en el cuerpo las caminatas hasta la llanura del Zurco y el peso de las armas. Ya comprendían que no iban a durar así mucho tiempo, y que en la muerte del alférez había cosas que no encajaban. Recordaban que en los últimos meses las aportaciones del alférez habían sido errátiles, y que sus notas últimas sobre la Batalla del Zurco estaban llenas de incorrecciones que en otros tiempos ni él mismo se habría perdonado. Pero lo más grave era que la transformación
  • Alicia M. Mareshar citerati fjol
    Aseguró que su tracto intestinal estaba preparado para recibir dragones y quimeras, un escuadrón de gansos, un palomar de los grandes, y todas las perdices, falcónidos y estorninos de la Selva Negra.
  • Alicia M. Mareshar citerati fjol
    cuando iba a abandonar el mundanal ruido para pasar a la vida que no conoce la turbación y el oleaje, hizo llamar a su amado discípulo y le confió un libro sobre el género de vida que deben llevar los colombarios agradables a Dios.
  • Alicia M. Mareshar citerati fjol
    Se ha escrito que a veces construimos nuestros paraísos sobre infiernos ajenos.
  • Alicia M. Mareshar citerati fjol
    Pero cuando al fin creían los ejércitos haber cerrado el paso del enemigo, se encontraron una noche en un desfiladero donde los destruyeron las flechas de los herejes y los gorjeos de miles de palomas que los arrullaron en su descenso a los infiernos.
  • Arte para Despertarte A.C.har citeratför 14 timmar sedan
    HIJA: No, mamá, no tengo fiebre. Y si no lo intento, ¿cómo voy a saber si puedo?

    CAMPESINO: Dios nos ampare. Nunca es bueno tener que ver con esa gente.

    HIJA: Pero si es muy simple, papá. Usted nada más vaya al castillo y diga que su hija quiere participar en la elección de esposa para el príncipe.

    CAMPESINA: Vamos a meterla en un convento o a amarrarla a la pata de la mesa. Nos va a dar un dolor de cabeza y nos va a meter en una situación bien complicada.

    HIJA: Papá, vaya al castillo. Confío en que podré probar que soy igual o más inteligente que el príncipe. No vamos a perder la oportunidad de cambiar nuestra vida.

    CAMPESINO: ¿Hija mía, qué me estás pidiendo?

    HIJA: Alguien que te pide probar que eres más inteligente tiene la necesidad de demostrar su inteligencia. Esto nos da una pista: una persona realmente inteligente no necesita nada de eso.

    CAMPESINA: Oye los disparates que dice, esposo mío.

    HIJA: Papá, por favor, vaya al palacio y dígale al rey: “Puede comenzar los preparativos de la boda, que hay una mujer más sabia que el príncipe: mi hija”.

    CAMPESINO: Niña, hija mía, ¿cómo puedes tener tamaña pretensión? Tú eres pobre. El rey te podría mandar matar solo por el atrevimiento.

    HIJA: No se preocupe, papá. ¿No mandó él al mensajero a hacer el anuncio?

    CAMPESINO: Tu determinación me impresiona. Me voy al palacio.

    Canción: “Grande”, instrumental.
  • Juan Díazhar citeratför 2 år sedan
    los exploradores del abismo
  • R Güemeshar citeratför 2 år sedan
    ya desde la visita del Gran Brigadier sus galas presentaban heridas de
  • R Güemeshar citeratför 2 år sedan
    polilla mayores que de bala
  • R Güemeshar citeratför 2 år sedan
    en una larga cuarteadura que se extendía por el vidrio hasta que terminaba por partirlo en dos mitades irregulares, como un fruto acuchillado por un epiléptico
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