Ni el éxtasis de la locura que esa rabia alimentaría algún día, una locura caracterizada por la ambición de vengarse del mundo conquistándolo de alguna manera, de cualquier manera, en la medida en la que un «mundo» puede ser «conquistado» por un simple individuo, tanto más si ese individuo es mujer, huérfana, marginada y con un valor intrínseco en apariencia tan grande como el de un insecto en particular en u