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Tillie Cole

  • Ashley Wilsonhar citeratför 2 år sedan
    Nunca me había sentido tan viva, tan libre.
  • Ashley Wilsonhar citeratför 2 år sedan
    —Pecar nunca me había sentado tan bien.

    —¿Te e-estoy corrompiendo, n-nena? —respondí, sin poder evitar esbozar una sonrisa de complicidad.

    Mae me trazaba círculos en el pecho con las yemas de los dedos.

    —Eres mi mayor tentación, Styx, mi fruto prohibido. Pero te deseo, a pesar de que sea algo condenable o inmoral. Quiero que… —Alzó las cejas mientras buscaba las palabras—. ¿Qué es lo que dicen las mujeres del club? —Arrugó la nariz al pensar, luego sonrió excitada y me miró con esos maravillosos ojos lobunos—. Quiero que me poseas. —Se apoyó sobre los codos mientras sacudía las caderas con ansia—. Quiero que…

    Enrojeció y agachó la cabeza. Con un dedo, le levanté la barbilla y la obligué a mirarme.

    —Q-quieres que t-te folle, Mae.

    Sacó la lengua y se la pasó por el labio inferior mientras asentía.

    —Esta noche, Styx, las cicatrices no importan. Quiero que me enseñes cómo es estar con un hombre de verdad. Quiero entregarme a ti en cuerpo y alma.
  • Ashley Wilsonhar citeratför 2 år sedan
    —Perséfone, la diosa, vivía con Hades, ¿no es así? ¿Lo apoyaba incluso aunque los demás creían que se equivocaba al hacerlo?

    Asentí despacio.

    Acercó la cara a la mía y me hizo cosquillas en las mejillas con las pestañas.

    —Se enamoró del señor oscuro, a pesar de que no fuera lo correcto, ¿verdad?

    Asentí de nuevo. ¿Qué pretendía con todo esto?

    Suspiró feliz y se sonrojó.

    —Igual que yo.
  • Ashley Wilsonhar citeratför 2 år sedan
    A los valientes que inspiraron esta historia,

    que por fin encontréis la felicidad

    y se escuchen vuestras voces.
  • Lore Uribehar citerati fjol
    —«Rayos de luna en el corazón y la luz del sol en la sonrisa».
  • Sara Gisellehar citeratför 5 månader sedan
    rayos de luna en el corazón y la luz del sol en la sonrisa. Me contó que eso quería decir que era feliz.
  • CHAVEZ GONZALES ANGELICA YUVITZA RENATAhar citeratför 8 månader sedan
    Ya sabía que mi abu estaba enferma, pero ella nunca actuaba como si lo estuviera. Siempre sonreía, me daba unos abrazos muy fuertes y me hacía reír.
  • CHAVEZ GONZALES ANGELICA YUVITZA RENATAhar citeratför 8 månader sedan
    Mi abu levantó un dedo y me tocó la punta de mi nariz.

    —Esa es mi niña.

    Como respuesta, sonreí de oreja a oreja.

    —Sólo quería que me visitaras un ratito. Siempre me siento mejor cuando la luz de mi vida se sienta a mi lado y me cuenta algo.

    Volví a sonreír porque yo era «la luz de su vida», «la niña de sus ojos».
  • CHAVEZ GONZALES ANGELICA YUVITZA RENATAhar citeratför 8 månader sedan
    —No, chiquilla. Tú no me puedes acompañar al lugar a donde voy. Todavía no. Pero algún día, dentro de muchos años, nos volveremos a ver.
  • CHAVEZ GONZALES ANGELICA YUVITZA RENATAhar citeratför 8 månader sedan
    —Pero ¿a dónde vas, abu? No entiendo.

    —A casa, amor —respondió—. Me voy a casa.

    —Pero estás en casa —repliqué.

    —No. —Abu negó con la cabeza—. Esta no es nuestra verdadera casa, chiquilla. Esta vida… pues es una gran aventura mientras estamos en ella. Una aventura que tenemos que disfrutar y amar con todo nuestro corazón antes de emprender la mayor aventura de todas.
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