Toshiba

El pequeño golpeteo sin aliento en su pecho no fue tan fácil de ignorar. Últimamente había estado sucediendo y siempre alrededor de Severn.

El pulgar de Mikhail tiró de la comisura de la boca de Severn y recorrió un camino a través de su labio inferior, separando suavemente sus labios y adentrándose entre ellos, convirtiéndose en algo más que una exploración clínica.

Los ojos de Mikhail se oscurecieron con una intención la cual Severn conocía a la perfección.

Lujuria.

Mikhail había cruzado el espacio entre ellos y lo había besado, interrumpiendo la ruidosa queja del macho. Sucedió tan rápido, pero a la vez dolorosamente lento. Mikhail solo quería que el sufrimiento de Severn parara. Sus dedos encontraron su mandíbula dura, inclinó su cabeza hacia arriba, y luego estaban conectados boca a boca, los labios de Severn eran suaves, a pesar de sus gruñidos

No entendía que estaba sucediendo, solo que necesitaba a Severn más cerca de una manera que no había necesitado nada más en toda su vida.

Necesitaba consumir a este ángel en todas las formas posibles

Haven, si él estaba cayendo, déjenlo caer, porque nunca nada se había sentido tan bien.

Si se revelaba que Mikhail estaba sintiendo, lo llevarían rápidamente a Haven, más rápido de lo que podría envolver su lengua alrededor de una mentira para negarlo.

Joder, esto era perfecto.

Severn no tenía que matarlo, todavía no. Él podría destruirlo primero.

los brazos de Mikhail lo rodearon como lo habían hecho en el campo de exterminio cuando sacó a Severn del barro.

Severn se incorporó y enganchó sus piernas alrededor de la cintura de Mikhail, atrapando su dura polla contra Mikhail. Las manos anchas del ángel ahuecaron su trasero, clavando los dedos, afirmando la voluntad de Mikhail.

Sentir que Severn lo deseaba a cambio era como un regalo sin envolver. Quería mantenerlo a salvo y escondido y que fuera todo suyo. Nadie más podría tenerlo.

Pero incluso sin sus alas, Severn los eclipsaba a todos, y Mikhail supo en este momento, allyanse o no, protegería a su ángel roto de los horrores de un mundo que le quitó las alas. Lo amaría, si Severn lo aceptara. Pero incluso si no lo hiciera, Mikhail se encargaría de que Severn nunca volviera a ser herido.

A él le importaba. Se había preocupado antes que el allyanse, y Severn lo había pasado por alto, o ambos lo habían pasado por alto , hasta que Severn murió en el barro. Mikhail, el ángel guardián más poderoso de su tiempo, despiadado y completamente incapaz de emocionarse, se preocupó por Severn. La ironía era tan aguda que fue casi dolorosa.