Los suburbios son sinónimo de desesperanza, frío y soledad, sin embargo, nada está más lejos de la realidad de Emilio. Introduciéndonos en su difícil infancia, “Milo” narrará la gran importancia que posee el cálido núcleo familiar a la hora de sobrellevar las más crudas vivencias cotidianas, desde la impotencia de vivir en un campamento marginal, hasta la falta de comida en la mesa por tener paupérrimos recursos.
Los eventos desafortunados, la falta de oportunidades y el miedo a la desolación pueden nublar el horizonte, pero incluso si el sufrimiento empapa nuestro presente, todo aspecto negativo trae consigo más de una sorpresa en el inexorable destino que nos depara el curso del tiempo.