es
Böcker
César Beccaria

De los delitos y de las penas

  • priankadamianhar citeratför 2 år sedan
    el milanés insólito, es un personaje fundamental y desconcertante
  • Leoncio Vázquezhar citeratför 2 år sedan
    Las leyes son las condiciones con que los hombres aislados e independientes se unieron en sociedad, cansados de vivir en un continuo estado de guerra, y de gozar una libertad que les era inútil en la incertidumbre de conservarla. Sacrificaron por eso una parte de ella para gozar la restante en segura tranquilidad
  • Leoncio Vázquezhar citeratför 2 år sedan
    Hablando de un estado de guerra antes del estado de sociedad, sería erróneo tomar estos conceptos en el sentido que les dio Tomás Hobbes, es decir, como faltos de ningún deber o de ninguna obligación anterior, en lugar de tomarlos como un hecho nacido de la corrupción de la naturaleza humana y de la falta de una sanción expresa
  • Leoncio Vázquezhar citeratför 2 år sedan
    Son tres las fuentes de que manan los principios morales y políticos que rigen a los hombres: la revelación, la ley natural y los convencionalismos ficticios de la sociedad.
  • Leoncio Vázquezhar citeratför 2 år sedan
    La suma de todas estas porciones de libertad, sacrificadas al bien de cada uno, forma la soberanía de una nación, y el soberano es su administrador y legítimo depositario. Pero no bastaba formar este depósito, era necesario también defenderlo de las usurpaciones privadas de cada hombre en particular.
  • Leoncio Vázquezhar citeratför 3 år sedan
    Beccaria quería militar por la libertad, pero no convertirse en uno de sus mártires
  • Leoncio Vázquezhar citeratför 3 år sedan
    El opúsculo de Beccaria vio la luz, como dije, sin el nombre del autor. Es decir, nació sin que el autor lo confesara
  • Leoncio Vázquezhar citeratför 3 år sedan
    Las estampas que de él tenemos lo presentan como un hombre grueso, entrado en carnes, de cara redonda y expresión afable
  • Leoncio Vázquezhar citeratför 3 år sedan
    Por mucho tiempo recordaría esa educación, recibida en una institución de los padres jesuitas de Parma, que calificó de “fanática”.
  • Leoncio Vázquezhar citeratför 3 år sedan
    Pero antes la Revolución haría su trabajo: el rigor no fue una invención de las turbas revolucionarias; éstas leyeron el catecismo de la monarquía absoluta, como recordó Paine a Burke cuando el inglés clamaba contra los atropellos de la Révolution; quienes aplicaron tales castigos “los aprendieron de los gobiernos bajo los cuales habían vivido, y recordaron así los suplicios que estaban acostumbrados a presenciar”
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