—Te amo. Estoy enamorada de ti, Rowan. Desde hace un tiempo. Y sé que hay límites a lo que puedas darme, y sé que tal vez necesites tiempo…
Él presionó sus labios sobre los de ella y le dijo en la boca, depositando palabras más preciosas que rubíes, esmeraldas y zafiros en su corazón, en su alma:
—Te amo. No hay ningún límite a lo que pueda ofrecerte, no necesito ningún tiempo. Cuando este mundo sea un suspiro olvidado de polvo entre las estrellas, te seguiré amando