es
Böcker
Stefan Zweig

La mujer y el paisaje

  • Milena Garcíahar citeratför 3 år sedan
    ¡Así somos! Mostramos un tacto miserable, cuando lo que se impone es obrar con decisión; albergamos propósitos audaces y, sin embargo, resulta lamentable nuestra falta de valor para romper la tenue capa de aire que separa a un hombre de otro, incluso cuando sabemos que está pasando un apuro.
  • Milena Garcíahar citeratför 3 år sedan
    Pero, por fortuna, dejándome llevar del sabio instinto hice lo más razonable: nada en absoluto. No hice ningún tipo de plan, me di libertad desvinculándome de deseos y objetivos, y abandoné mi camino en el torno de la casualidad
  • Milena Garcíahar citeratför 3 år sedan
    El individuo siempre es más fuerte que los conceptos, sólo tiene que seguir siendo él mismo, seguir fiel a su voluntad. Sólo tiene que saber que es un hombre y querer seguir siéndolo, entonces esas palabras que lo rodean, con las que ahora se quiere cloroformizar a la gente, patria, deber, heroísmo, esas palabras se vuelven pura cháchara, charlatanería que apesta a sangre, a sangre humana caliente, viva.
  • Jeroaméhar citeratför 3 år sedan
    Para asestar el golpe decisivo que rompe un corazón, el destino no siempre se vale de duros reveses ni de una violencia brutal; provocar su destrucción por los motivos más peregrinos es lo que verdaderamente excita su implacable pasión de escultor.

    Es la orilla de la marginación abrupta lo que nos entierra de, hasta ese momento, verdad_

  • Jeroaméhar citeratför 3 år sedan
    que nuestra comunión se había hundido con la mágica oscurida
  • Jeroaméhar citeratför 3 år sedan
    Ella hablaba con sus padres, mecía despreocupada sus esbeltos hombros juveniles, y los dientes brillaban alegres al sonreír entre los delgados labios de los que hacía horas que yo había bebido la sed y el bochorno de todo un mundo.
  • Jeroaméhar citeratför 3 år sedan
    pero luego sus ojos me dejaron tranquilo, y sentí, por la despreocupada claridad de su mirada, el leve, casi alegre giro de su cabeza, que una vez despierta ya no se acordaba de mí
  • Jeroaméhar citeratför 3 år sedan
    sino la noche misma, el secreto de la naturaleza anhelante, atormentada, que se me había revelado
  • Jeroaméhar citeratför 3 år sedan
    Y al cerrarse de golpe la puerta retumbó el trueno, como si todos los cielos se hubieran desplomado sobre la tierra.
  • Jeroaméhar citeratför 3 år sedan
    y ya no me sentía ni sentía mi vida aislada, sino animada, sólo era mundo, huracán, aguacero, ser y noche en el desbordante ímpetu de la naturaleza
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